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Es muy complicado escribir con algo de lucidez cuando el cuerpo está cansado y la mente adormilada por estas malvadas molestias de invierno. Sin embargo, no puedo dejar de señalar unos puntos sobre la clausura del año escolar:
Promo 74
Esta es una medida que no se daba en Bolivia desde octubre de 1974, cuando Banzer tomó esa decisión para frenar las protestas del sector magisterio trotsko-comunista. En julio del 71 se produjo algo similar por efectos directos del golpe de Estado, pero la clausura de 1974 obedeció a fines estratégicos y políticos.
Quiebra privada
Los dueños de establecimientos privados, aquellos que compran desde los muebles hasta el alquiler de casas para brindar su servicio a la ciudadanía, quedan desde hoy sin ingresos. Es más, los profesores contratados y los administrativos quedan sin trabajo de hecho a partir de la fecha. ¿A alguien le importa? Al parecer, no. Esa figura adoctrinada que los privados son “negocios de la educación” hace pasar como invisibles a miles de profesores que tendrán que ver cómo hacen para sobrevivir hasta marzo de 2021, porque su sueldo se paga al mes del contrato y no hay vacaciones ni bono alguno.
Sueldo fijo, da igual
El sector fiscal es el más beneficiado, no por alguna dádiva coyuntural sino porque directores, profesores, administrativos, etc. seguirán cobrando sus papeletas sin trabajar hasta febrero, incluyendo vacación, aguinaldo y bonos de sus “conquistas sociales”. Si criticamos que diputados, senadores y demás funcionarios cobren sus “jugosas dietas”, por qué no decimos nada de estos pagos del erario a miles de estos servidores públicos que literalmente no harán nada durante meses. Ah claro, no hay que meterse con la “clase obrera, trabajadora profesional, sacrificada, explotada” y otras pendejadas del discurso sindicalista – socialista.
Oportunidad
Tal vez lo mejor de esta medida es la oportunidad que abre para que esta generación (no los actuales protagonistas políticos aplazados) comience a aplicar conceptos del nuevo milenio como home schooling, educación virtual, educación modular, formación técnico científica, etc. Pero el reto más importante es abandonar de una vez el modelo de adoctrinamiento que desde 1953 se ha impuesto en Bolivia, con visiones nacionalistas, socialistas y pachamamistas que flotan cada dos décadas en el mismo ámbito memorístico y de modelos educativos arcaicos, bancarios, conductivistas.
Libertad
En Bolivia el concepto de libertad, peor el liberalismo, es nombrado en vano cual pecadores y fariseos. Pensar que la educación es un “derecho” y no un servicio que debe ser brindado en el ámbito de la libre competencia es una muestra de aquello. “La educación es un derecho nos dará libertad”, dirá cualquier trotskista silvestre. No cumpa, la libertad es la que permite una educación formativa de calidad. La competencia genera esa calidad. La inversión privada es más efectiva que el despilfarro estatal, etc. Pero hablarle así a un profe sindicalista es como explicarle el uso del Zoom, Meet o la suite Google for Education, no lo va a entender no por bruto, sino por el miedo que tiene esa generación a admitir el error histórico en su formación adoctrinada en las normales, universidades y Profocom. Ese mismo miedo de afrontar las TICs y “meterle dedo” a todas las teclas hasta aprender (al final, la compu no se va a quemar pues). Ese mismo miedo que el profe de los 80s tiene ahora de perder su pega fija por una jubilación miserable, cuando pudo ahorrar en una cuenta privada para generar mejores ingresos. ETC.
Fracaso de 15 años
Se clausura el año escolar, dizque por falta de recursos técnicos en el área rural, por ejemplo el acceso a internet. Bueno, queda claro que el famoso satélite chino Túpac Katari de 350 millones de dólares nunca tuvo el objetivo de brindar ese servicio. Hoy, los directivos de la ABE tienen que dar explicaciones claras sobre dicha millonaria mamada. Las computadoras Quipus y su software trucho también son otro legado del masismo corrupto y comprueban 14 años de despilfarro y negociados. Pero hay que añadir a aquello ocho meses de buena voluntad pero cero gestión efectiva. De silencios desesperantes desde el Ministerio de Educación, de respuestas tardías y de estas banderas blancas que también dañarán la imagen del Gobierno constitucional.
Conclusiones
Felicidades Promo 2020!, pasaron de curso sin mucho esfuerzo, pero recuerden que la formación y el aprendizaje depende de cada uno. Si quieren seguir de burros, adelante, métanle al Tick Tock y escuchen reguetón sexista todo el día. Pero si quieren asumir el mando del mundo cuando mi generación “transitoria” se las deje, supérense y demuestren que hay futuro para la humanidad. A los profes: mi solidaridad para el sector privado; mi reflexión al sector fiscal para que también se dediquen a formarse en todo lo descrito. La tecnología es aliada, no le tengan miedo, si perdieron su tiempo y dinero con el pachamamismo del Profocom por un cartón, ahora pueden superarse entrando a este nuevo milenio como seres con más de una inteligencia. Aún tienen tiempo! Finalmente, a los sindicalistas zurdos: dejen de joder a mi país!
Autor: Iván Rada
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